La Municipalidad de Neuquén tomará medidas legales en la Justicia Federal para abordar el manejo discrecional de las represas hidroeléctricas que afecta negativamente a la ciudad. El objetivo es que Neuquén sea considerada parte necesaria en el Plan de Manejo del Agua, dado el impacto urbano, ambiental y social que enfrenta.
La preocupación se intensifica con el parte meteorológico que prevé fuertes lluvias esta semana, exacerbadas por el caudal elevado del río Limay, que actualmente alcanza los 900 m³/sg debido a la generación de electricidad para Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Francisco Baggio, subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, expresó: “No puede ser que la ciudad de Neuquén pague estos costos para que otras ciudades tengan energía.”
Baggio también señaló: “Hay toda una discusión acerca de la reprivatización de las represas. En el escenario que sea queremos discutir y por eso vamos a hacer una presentación judicial para que Neuquén capital pueda dar su opinión.”
El subsecretario destacó que la alta crecida del río Limay dificulta el drenaje del agua de lluvia hacia el río, afectando el arroyo Durán y ralentizando la descarga de aguas pluviales, lo que podría causar problemas en varios barrios. “El caudal actual debería ser de 300 m³/sg, lo que es normal para esta época del año”, explicó Baggio. Añadió que las crecidas actuales, fuera de los ciclos naturales, responden a la demanda eléctrica en lugar de las condiciones naturales.
Además, Baggio subrayó que el manejo actual del agua ha llevado a la inundación de espacios públicos como el Parque Agreste y la Reserva Natural Hiroki, que están cerrados al público. “Brindar energía a Buenos Aires y el conurbano tiene un costo para los neuquinos capitalinos y ese costo es que ambientalmente el río sube y baja a discreción”, afirmó.
La demanda judicial busca una revisión del Plan de Manejo del Agua para asegurar la participación de Neuquén en la gestión y protección de sus recursos hídricos.