El diputado provincial y ex candidato al Parlasur por el Frente de Izquierda Unidad, aseguró que no van a acompañar a ninguno de los dos candidatos que van a disputar la presidencia el 19 de noviembre en el balotaje.
Andrés Blanco, actual diputado provincial del Frente de Izquierda, en una entrevista con Neuquén Web se refirió al resultado electoral y al escenario de cara al balotaje. “Cuando dijimos ni cómplices ni sometidos, fuimos claros que no acordamos con ninguno de los candidatos que proponen más ajuste y sumisión al FMI”, señaló. Y agregó que por un lado está Sergio Massa que propone un cambio y es el que provocó la actual situación en la que está la Argentina. Y por otro lado, Javier Milei que “expresa lo más retrógrado de la política, del negacionismo, de las privatizaciones, como si fueran algo novedoso”.
El legislador, que además, es el secretario adjunto del sindicato Ceramista, destacó la elección que hicieron en Neuquén “hay un reconocimiento del Frente Izquierda en las provincias patagónicas” y resaltó que “el voto del FIT es un voto consciente, es un voto comprometido”.
Consideró que el ofrecimiento de Javier Milei de dar un ministerio a la izquierda en un eventual gobierno suyo, “es absolutamente descabellado”, y dijo que no le sorprende viniendo de quien viene, “pero claramente es una forma de transmitirle un mensaje al electorado de la izquierda”.
Finalmente, Blanco subrayó que ambos candidatos que van a la segunda vuelta representan ajuste para el pueblo trabajador y que Milei “fue una figura que se creó para que se intentara justamente generar una agenda más de derecha”.
¿Qué valoración hacen de la elección del Frente Izquierda acá en Neuquén?
En Neuquén nos fue muy bien. La fórmula presidencial llegó al 5% y llegamos al 7 por ciento en la candidatura de diputados nacionales y Parlasur. Hay un importante reconocimiento al Frente Izquierda en las provincias patagónicas.
El voto del Frente Izquierda es un voto consciente, un voto comprometido, que se sale del juego especulativo de las variantes de mal menor y la alternativa ultraderechista. Es un voto en apoyo a luchadores y luchadoras que somos una alternativa para no votar siempre al verdugo. Por eso, le damos mucho valor a los números que obtuvimos en una elección polarizada en tercios.
Desde las PASO se estaba apostando a transformar las elecciones generales del domingo pasado en un balotaje anticipado. Instalaron la idea de que se viene el tren fantasma con Javier Milei empujando la idea que había solamente dos variantes en la elección. Pero nosotros estamos absolutamente conformes, porque desplegamos una campaña militante con mucha fuerza, como lo hacemos siempre.
¿Ustedes están analizando qué hacer como Frente de Izquierda para el balotaje?
Cada partido que integra el Frente de Izquierda lo está discutiendo para sacar un posicionamiento en común. Desde el PTS tenemos una posición clara de principio, porque eso es lo que nos ha caracterizado, eso es lo que valoramos nosotros del votante al Frente Izquierda, que siempre nos encontró consecuentes. Ni cómplices ni sometidos, dijimos, y esto se traslada a este debate.
Como gran parte de la sociedad rechazamos a Milei pero no por eso vamos a apoyar a Massa y el oficialismo. No vamos a ser cómplices de esos sectores que vinieron a proponer que son el cambio cuando son los que provocaron esta situación en la que estamos. Estoy hablando de Sergio Massa. Dicen que hay que votarlo a él porque son la posibilidad de salir de esta situación cuando son los que nos trajeron hasta acá. Massa es el principal responsable de las consecuencias para los argentinos y argentinas de haber aplicado las recetas del Fondo Monetario Internacional con una pobreza de más del 40 por ciento.
Por otro lado, Javier Milei expresa lo más retrógrado de la política, del negacionismo, de las privatizaciones. Lo presenta como si fueran algo novedoso pero en realidad son parte de una política que ya también gobernó la Argentina en los 90 con el menemismo.
Entonces, frente a esas dos variantes, el Frente de Izquierda no podemos decirle a la gente que vote alegremente, porque estaríamos llamando a votar al mal menor. Nosotros no vamos a apoyar políticamente a ninguno de los dos candidatos. Aunque pensemos que no son lo mismo, están claras las dos tendencias y los proyectos políticos. Y ninguno de los dos le ofrece una salida a la clase trabajadora. No somos cómplices ni sometidos. Y eso vamos a mantener como perfil para lo que signifique y lo que representa el balotaje en noviembre.
¿Qué opinas de este ofrecimiento que hace Javier Milei a la izquierda de darles un ministerio?
Es absolutamente descabellado. No nos sorprende viniendo de quien viene. Claramente es una forma darle un mensaje al electorado de la izquierda más que a las o los dirigentes porque está claro que ninguna fuerza política que se reivindique trotskista de izquierda puede aceptar ningún tipo de participación de un gobierno como el que propone Milei. Tampoco como el que propone Massa. Entendemos que son gobiernos claramente orientados a seguir beneficiando a los sectores concentrados de la economía. Pero entendemos que es parte de ese juego que se va a armar ahora durante casi todo un mes, de ver quién capta al electorado de quién.
Seríamos absolutamente inconsecuentes si aceptamos alguno de esos convites. Así que nosotros tenemos muy clara nuestra posición. Es de clase, es de principio y es un momento en el que tiene mucho valor nuestra coherencia.
¿Se podría decir que son opciones de derecha?
Milei no surge a la vida política por casualidad. Es evidente que es un personaje que lo fueron transformando en una figura política. Recorría los paneles de televisión de algunos programas y de pronto es una de las alternativas políticas para dirigir los destinos del país. Eso, no nos cabe duda de que fue una figura que se creó para imponer una agenda más de derecha. Y terminó canalizando el enojo, la bronca, el desencanto de un pueblo que la está pasando mal.
Sergio Massa es un representante de la embajada norteamericana. Con él los que siempre van a salir beneficiados son los sectores concentrados en la economía como lo están haciendo en Vaca Muerta. Las petroleras y las multinacionales están facturando a más no poder mientras dejan un tendal de daño ambiental
Obviamente entendemos a los trabajadores y trabajadoras que hicieron un voto defensivo por miedo al tren fantasma de Milei, pero desde la izquierda tenemos la obligación de advertir que lo otro no va a ser mejor porque representa intereses de derecha también, como hasta sectores del propio peronismo cuestionaron.