Trabajadores y personal jerárquico del INTA expusieron ante diputados y diputadas de Neuquén la situación del organismo y advirtieron que el plan de reducción de estaciones experimentales y agencias de extensión en todo el territorio nacional puede significar un declive irrecuperable en materia de asistencia a productores y un retroceso en materia de seguridad alimentaria, investigación aplicada y desarrollo en ciencia y tecnología destinado al sector agrario imposible de reemplazar.
Cecilia Gittins, directora del Instituto de Promoción Agropecuaria Familiar (IPAF) Región Patagonia, Patricia Sepúlveda, jefa de la Agencia de Extensión Rural INTA Centenario, Gustavo Nordestrom, investigador y extensionista en temáticas climatológicas, y Jorge Muñiz, secretario general de la seccional Alto Valle de APINTA.
Informaron que la intención del gobierno nacional es avanzar en un programa de desmantelamiento y reducción de la estructura de extensión que el organismo despliega a nivel territorial, situación que conlleva el cierre de 350 agencias que se encuentran diseminadas en todo el país, entre ellas, 11 en Río Negro y 5 en Neuquén. El plan también implica la desafectación de 300 becarios y el pase a disponibilidad de cerca de 1500 trabajadores, situación que se equipara al despido.
“Nos informaron que la extensión hoy no sería un tema de prioridad y que se cerrarán las agencias”, alertó Gittings al indicar la problemática de no poder combinar el trabajo de campo con las distintas áreas de investigación.
Sobre este punto, la directora del IPAF recordó que en la región hay 3 estaciones experimentales que se encuentran en Río Negro, 16 agencias de extensión entre Neuquén y Río Negro, y el Instituto de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar, ubicado en Plottier, pero cuyo trabajo abarca desde la Patagonia Norte hasta Tierra del Fuego. Añadió que a nivel regional, el INTA alcanza y brinda asistencia técnica a 3500 productores, de los cuales el 70% son considerados de pequeña y mediana escala.
“Es muy fuerte el impacto si se retiran las agencias de extensión, y la labor la deberán absorber la provincia o cada municipio sin tener la capacidad técnica para abordarlo”, sintetizó la responsable del IPAF al destacar que en el plano técnico se perderán entre 50 y 60 profesionales altamente calificados “que dejarían de estar a disponibilidad”.
A su turno, Nordestrom distinguió que se trata de “un plan de desmantelamiento” a nivel nacional de una institución dedicada a la ciencia y técnica aplicada. “Lo que se quiere llevar adelante es un destrozo de 70 años de inversión de un país que debe potenciar su desarrollo agrario y territorial”, evidenció el investigador. Sostuvo que el despliegue territorial que aporta el INTA no lo puede ofrecer ningún otro organismo a nivel nacional y latinoamericano, y que es la única institución que complementa la investigación con el trabajo de campo.
En tanto, Sepúlveda ponderó la formación del recurso humano y explicó que, además de la capacitación continua que lleva adelante cada profesional de la institución, existen temáticas específicas que sólo aborda el INTA. “Todo lo que ustedes llevan a su mesa todos los días y lo que sus hijos comen, seguramente algún profesional del INTA intervino en el proceso de su elaboración”, acotó la profesional.
Por su parte, Muñiz hizo referencia a la falta de actualización salarial, la falta de recambio profesional en áreas sensibles por la decisión de paralizar políticas de acceso al organismo como becarios y la consecuente pérdida de recursos humanos calificados, que, por la escasa remuneración que perciben, optan por continuar su vida profesional en el sector privado.
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