La diputada Carina Riccomini y el diputado César Gass quieren que la policía pueda profesar libremente su culto.
La diputada Carina Riccomini y el diputado César Gass presentaron un proyecto para garantizar a todo el personal de la policía el derecho a profesar libremente su culto y el acceso al servicio de asistencia espiritual cristiana. La medida crea, a la vez, la “Capellanía Cristiana Policial”. El objetivo es poder ejercer el servicio y ministerio de los cultos cristiano-evangélico y católico apostólico romano.
En este sentido, explicaron que la Capellanía, tendrá entre sus funciones la de predicar el Evangelio y brindar apoyo espiritual al personal de la policía. Dependerá organizacional y funcionalmente de la Secretaría General de la Jefatura de la policía. La normativa prevé la designación de capellanes mayores y auxiliares. Se nombrarán a propuesta del jefe de policía y de acuerdo al convenio con cada autoridad religiosa.
La diputada y el diputado fundamentan que constituye un Derecho Humano fundamental la profesión de una religión. Que está reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos. Además, aluden a los mandatos constitucionales, nacional y provincial, en la materia que refieren a los derechos de todas las personas a profesar libremente su culto.
Bajo tales preceptos, hace poco más de 20 años, la policía provincial cuenta con un servicio de culto católico apostólico romano para brindar asistencia espiritual y el sostenimiento de valores éticos esenciales en la institución. El objetivo es añadir el Capellán Evangélico también, para dar fin a la situación de “discriminación” de quienes profesan la religión evangélica-cristiana y alcanzar así una capellanía que represente ambos cultos.
“Indiscutiblemente, el poder conformar dos Cuerpos de Capellanes, uno católico y el otro evangélico, con igualdad de funciones, derechos y obligaciones dentro de la policía de la provincia del Neuquén, constituirá un hecho muy positivo para el personal que integra la fuerza policial, como así también sus núcleos familiares”, entienden Riccomini y Gass.