Pablo Suárez, productor e integrante de la comisión de riego de Picún Leufú, describió una situación crítica para el sector agrícola de la zona. En diálogo con Radio 10 Neuquén, explicó que la falta de inversión en bombas y cañerías amenaza la próxima temporada de riego. Dijo que las soluciones parciales no alcanzan y que la producción podría perderse entre diciembre y febrero. También reclamó la presencia del ministro de Economía y del gobernador para acordar una solución estructural que lleva más de 25 años pendiente.
¿Cómo está la situación con la producción y los riegos?
Parecía que todo se encaminaba, pero no fue así. Se reparó la bomba del canal La Picacita, lo que permite un riego limitado. Sin embargo, cuando llegue la etapa de mayor necesidad, entre diciembre y febrero, estaremos en una condición deficitaria. No se instalaron los caños impulsores necesarios para poner en marcha una tercera bomba. Esa obra permitiría aumentar el caudal y asegurar el riego.
¿Qué pasa cuando no hay agua suficiente?
Cuando no hay agua o los turnos se demoran demasiado, la producción se pierde. La alfalfa disminuye y las nuevas siembras se secan. Si pasan más de 15 días entre riego y riego, perdemos el año. Es desesperante. Pero también es momento de discutir una solución de fondo. Todos los años pasa lo mismo y no hay una política que piense el desarrollo de Picún Leufú. Hay un decreto de emergencia hídrica y agropecuaria, pero solo contempla créditos. Nosotros no queremos crédito: queremos producir con nuestras herramientas.
¿Cuánto dinero hace falta para resolver el problema?
No tengo una cifra exacta. Pero con lo que se ofrece en créditos se podría ejecutar la obra. Se necesita colocar 27 o 30 metros de caño de 600 milímetros, una mampostería y un techo. Los tableros eléctricos ya están. Cuando me preguntan, digo “100 millones de pesos”, aunque no sé dimensionarlo. Para un gobierno provincial, eso no es tanto. Es una decisión política.
¿Se reunieron con el gobierno?
Sí. El viernes pasado vino el secretario de Producción, Zúñiga. Estuvimos tres horas reunidos. Quedó en volver con el ministro de Economía o alguien de su equipo para generar una mesa de trabajo. El problema es más amplio: no se respetan los tiempos de planificación. Por ejemplo, el período de limpieza de canales no se cumplió porque no hubo máquinas disponibles.
¿Qué esperan ahora?
Para el 11 de este mes esperamos la presencia de funcionarios. Queremos una decisión política definitiva. Pedimos reunión con el gobernador, pero no la hemos tenido ni parece que la vayamos a tener. Al menos esperamos al ministro de Economía, que tiene a su cargo Producción y Riego.
¿Hace cuánto tienen estos problemas?
Desde hace muchos años. El canal La Picasita se diseñó para 400 hectáreas, pero ya entonces se producía más. Encima se redujeron niveles, no se hicieron compuertas ni tomas para riego por gravedad. El sistema de distribución y drenaje se fue armando como se pudo. Así trabajamos hace 27 años.
¿Cuántas familias viven de la producción en Picún Leufú?
En la comisión somos 140 socios. Del otro margen hay más de 200. En total, unas 300 o 400 familias. Acá no hay terratenientes. Es gente que vive del trabajo diario.
¿Qué papel juega el municipio?
Esperábamos gestión. No tenía grandes expectativas, pero algunos sí. Queríamos que ayudaran a evitar llegar a esta situación. Sin embargo, los veo sin decisión. No van al frente, a pesar del respaldo que tienen de nosotros.






































