El precandidato al Parlasur y actual diputado provincial del PTS, Andrés Blanco, aseguró que para “para Massa y la oposición de derecha la salud y la educación públicas son variables de ajuste”.
Andrés Blanco, diputado provincial y precandidato al Parlasur de la lista que encabezan Myriam Bregman y Nicolás del Caño a nivel nacional, aseguró que el Frente de Izquierda Unidad defiende la salud y la educación públicas en las calles, en los sindicatos, en la Legislatura y en el Congreso. “Así lo expresa nuestra lista encabezada por la compañera Angélica Lagunas, secretaria general de ATEN capital e integrada por trabajadoras de salud”, destacó.
Blanco aseguró que “para Massa y la oposición de derecha la salud y la educación públicas son variables de ajuste para seguir aplicando las recetas del FMI”. Explicó que este año cayó un 10,8% la inversión en salud y el presupuesto en educación pasó del 6,1% al 4,8% del Producto Bruto Interno”. Y denunció que “en el desfinanciamiento a la salud y educación públicas no hay grieta. Gobierne quien gobierne, las escuelas y los hospitales se caen a pedazos, son sostenidos por los trabajadores y trabajadoras que cobran salarios de pobreza”.
En este sentido, señaló que “la salud y la educación públicas son un derecho, no un negocio a favor de las escuelas y clínicas privadas y el Estado es responsable de garantizarlo”. Con relación a la salud pública, Blanco dijo que “el Frente de Izquierda Unidad propone un aumento de emergencia en el presupuesto, la reducción de la jornada laboral sin rebaja salarial para todo el personal, como exigen los trabajadores y trabajadoras”. Y como salida de fondo proponen “un Sistema Único de Salud, financiado por el Estado, bajo gestión de trabajadores y usuarios, universal y gratuito, sin barreras sociales ni económicas, donde cada quien reciba la atención que necesite”.
También señalaron que la situación de las escuelas de la provincia es muy grave, como vienen denunciando las y los docentes. “La última escuela secundaria se construyó fue hace 10 años mientras son millones los subsidios que recibe la educación privada”. Por eso proponen “terminar con los subsidios a la educación privada y aumentar el presupuesto educativo, con control de los docentes y la comunidad, para construir escuelas y jardines con acceso a herramientas tecnológicas y espacios recreativos, comedores, equipos interdisciplinarios en cada escuela y salario igual a la canasta familiar con un cargo para las y los docentes”.