Esta semana, los crianceros trashumantes de la provincia del Neuquén realizaron la elección de sus nuevos representantes en la Comisión de Huellas de Arreo (CHA), en dos encuentros realizados en Chos Malal y Zapala. La CHA es el órgano encargado de supervisar la aplicación de la Ley de Trashumancia N.º 3.016, promulgada en 2016, que garantiza el derecho de las familias trashumantes a transitar con su ganado por las huellas de arreo.
Los encuentros, organizados por la Subsecretaría de Producción, dependiente del Ministerio de Economía, Producción e Industria de Neuquén, permitieron que los crianceros, pertenecientes a diversas organizaciones de productores, eligieran a sus representantes por tercera vez.
Estos representantes trabajarán para conciliar los intereses de las familias trashumantes, supervisar la creación y mantenimiento de las huellas de arreo, y proponer programas y normativas que mejoren la vida de las comunidades trashumantes.
Marcelo Zúñiga, subsecretario de Producción, agradeció la participación de los crianceros y destacó la importancia de este proceso. “Es un momento muy importante para los crianceros trashumantes y estamos comprometidos en seguir estableciendo prioridades región por región, tal como lo ha encomendado el gobernador Rolando Figueroa”, expresó.
Entre los representantes electos se encuentran María Cristina Soto, de Chos Malal; Amaranto Rebolledo, de Tricao Malal; Adolfo Dinamarca, de Pichaihue; Marta Claleo, de Santo Domingo; y Norma Lincopán, del Paraje La Pileta. Todos ellos expresaron su compromiso con la defensa de los derechos de los crianceros y la mejora de las condiciones en las huellas de arreo.
Amaranto Rebolledo, de la zona de Tricao Malal, sostuvo que la jornada de elección “fue muy buena y veo que la Comisión tiene muchas ganas de trabajar y con el acompañamiento de las autoridades creo que vamos a lograr muchas cosas”. “El desafío es que los trashumantes estén cada vez mejor, que no corran riesgo en las rutas, que haya más refugios, aguadas, alojos”, afirmó.
Adolfo Dinamarca, de Pichaihue, integrante de la Comunidad Millaín Currical y productor sostuvo: “Fue un momento emocionante, porque creo que acompañar a los productores es algo que vengo haciendo”. “Los desafíos son muchos, los callejones de arreo, el maltrato que sufren a veces los arrieros. Nos faltan muchas cosas, refugios, agua, corrales, pasarelas para poder garantizar la posibilidad de no sufrir pérdidas en los crudos inviernos”, agregó.
Marta Claleo, de Santo Domingo y representante de la AFR Nueva Esperanza, fue elegida por segunda vez. “Me encanta representar y trabajar con los productores y demostrar que somos capaces”. Se esperanzó en que “la juventud pueda sumarse en esto y que la provincia nos acompañe”.
Norma Lincopán, del Paraje La Pileta, es criancera, y contó que participó de las primeras instancias de trabajo cuando aún no se había formado la Comisión de Huellas de Arreo. “En mi zona no tenemos la parte de obras para la trashumancia y la idea era poder venir a participar y votar, pero tuve la suerte que me eligieran. Hay que colaborar, salir adelante y hacer todo lo que más se pueda”, dijo.
Los elegidos trabajarán con otros representantes que ya estaban en la Comisión como Blas Ortiz de la zona centro, Aldo Méndez y Hortensia Calpán, de la zona norte.
La Ley de Trashumancia N.º 3.016, en vigor desde 2016, busca proteger esta actividad ancestral que involucra a más de 1.500 familias en la provincia, principalmente en la zona centro y norte. La trashumancia es una práctica fundamental para los crianceros, quienes trasladan su ganado entre las zonas de invernada y veranada, asegurando la supervivencia de sus animales y el sustento de sus familias.