En una jornada cargada de tensión y con represión fuera del Congreso, la Cámara de Diputados ratificó el veto presidencial de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria. La ley, que buscaba aumentar los haberes del sector previsional, había sido sancionada por la oposición y contaba con el apoyo de la mayoría de los diputados.
El oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) logró una victoria pírrica al blindar el veto presidencial, a pesar de que la ley recibió más votos a favor que en contra: 153 apoyos frente a 87 rechazos, con 8 abstenciones. Para revertir el veto, la oposición necesitaba dos terceras partes de los votos, es decir, 166 de los 248 diputados presentes. La oposición se quedó a 13 votos de alcanzar la meta.
La diferencia en los resultados se debió a un cambio en la posición de varios diputados. El bloque de la UCR sufrió una fuga de votos, con cinco diputados que votaron a favor del veto tras reunirse con Milei en la Casa Rosada. Los legisladores que apoyaron el veto fueron Martín Arjol, Luis Picat, Mariano Campero, Pablo Cervi y Federico Tournier.
A su vez, se ausentaron dos diputados radicales y el resto del bloque radical, compuesto por 26 de los 33 miembros, votó a favor de la ley. El PRO, socio principal de LLA, contribuyó con 34 de sus 38 diputados al rechazo de la ley. El PRO también recibió apoyo de otros bloques como el MID, Independencia, Buenos Aires Libre, Producción y Trabajo, y Creo.
En la columna de abstenciones se destacaron la diputada libertaria Lourdes Arrieta y siete miembros de Innovación Federal. La sesión también fue escenario de incidentes, con manifestantes que fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la Policía Federal después de intentar romper las vallas de seguridad.
Durante la sesión, varios diputados expresaron sus posturas. Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, criticó a los legisladores que cambiaron su voto, mientras que Miguel Pichetto, de Encuentro Federal, advirtió sobre las consecuencias fiscales del veto. Pablo Juliano, de la UCR, acusó a sus compañeros de especulación electoral, y Mónica Schlotthauer, del Frente de Izquierda, calificó la política gubernamental de «gerontocidio». Cristian Ritondo, del PRO, se burló de la UCR por la falta de unidad partidaria y criticó el acuerdo con el kirchnerismo.
La ley de movilidad jubilatoria que fue vetada proponía un aumento del 8,1% para compensar la inflación y un nuevo piso de haberes mínimos, además de aumentos adicionales en marzo cada año.