El diputado Andrés Blanco, acompañado por otros bloques, presentó un proyecto para instar al Ejecutivo provincial a que informe sobre los motivos por los que no se construyó aún la escuela especial N°22, presupuestada en los dos ejercicios financieros anteriores al vigente.
La iniciativa surgió de la comunidad educativa de la Escuela Especial N° 22. A través de un comunicado de prensa explicaron que desde su creación en 2015 enfrentó una serie de obstáculos que han impedido el normal desarrollo de las actividades educativas. “Tras años de reubicaciones, condiciones edilicias precarias y promesas incumplidas, la comunidad educativa se encuentra al límite y exige una solución definitiva”, señalaron.
Blancó explicó que la comunidad educativa de la escuela se encuentra en una “situación crítica, tras años de inestabilidad y condiciones inadecuadas para la enseñanza”. Recordó que, en el 2016 fue desalojada del edificio en el que funcionaba, situación que derivó en que la escuela funcionó junto a otras instituciones escolares con las que compartió el edificio.
En el año 2018 las clases se reanudaron en un edificio alquilado, pero las condiciones eran deficientes. De hecho, explica el legislador, la falta de calefacción y las instalaciones eléctricas inadecuadas ponían en riesgo la salud de todas las personas que asistían, a tal punto que, tres años más tarde, una inspección reveló que las instalaciones eran inseguras, lo que resultó en la prohibición de acceso al edificio.
Actualmente, la escuela opera en una vivienda tipo dúplex, en condiciones precarias: aulas pequeñas, un solo baño y un patio que no se puede utilizar. Las instalaciones de gas y luz son ineficientes y no hay calefacción en las salas, lo que ha llevado a episodios de goteras en los puntos eléctricos.
Según indica Blanco, en el 2021 se prometió un terreno en el Barrio Confluencia para la construcción de un nuevo edificio, con presupuesto asignado para los años 2022 y 2023. Sin embargo, en 2024, desde Educación se informó que la construcción nunca comenzó y que el presupuesto fue redirigido a “otros fines”. Además, se propuso un traslado al edificio N.I.D.O., que la comunidad rechaza debido a que no está diseñado para el funcionamiento de una escuela y carece de las condiciones necesarias para garantizar un ambiente educativo seguro.
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