Por Ariel Rivero*
Por eso fui uno de los primeros rionegrinos que me alejé de los partidos tradicionales que mutaron a empresas con fines de lucro, y a los años apareció el tipo que supo transmitir aquella situación. Sin dudar, inmediatamente me sumé al proyecto de Javier Milei y fui su candidato a gobernador.
Lo dije en aquel momento, y no con el resultado cantado como hicieron varios: había aparecido alguien con verdaderas intenciones de cambiar las cosas, con ímpetu, fortaleza y valor.
También me habrán escuchado decir infinidad de veces que reivindico la política, pero como herramienta de crecimiento, de respuestas a la gente, de cambiarle la vida a nuestra gente. Soy un hombre de la política y vengo desde hace años intentando cambiar las cosas, empezando por las formas de ejercerla, y ya he dado claras muestras de ello.
Milei demostró que era necesario cambiar el rumbo, generar una nueva relación entre la política y la vida cotidiana. Solo era necesaria la confianza y la decisión de encarar un camino duro, pero que está rindiendo sus frutos.
No hay que aflojar. Todavía siguen existiendo aquellos que no entienden cómo debe ser este proceso. Sigue habiendo resabios de aquellos que Milei denomina casta, muchos de los cuales ocupan lugares importantes en los estamentos políticos y que formaron y forman parte de los que gobernaron esta provincia. Encima tienen la caradurez de referirse al hoy presidente como un hombre antidemocrático y tirano.
Todavía no se dieron cuenta de que sus intereses mezquinos, propios de la vieja política, destruyeron primero a sus partidos, y no conformes con eso se metieron desvergonzadamente en alguna alianza que los contuviera, solo para mantener su status quo.
Y fue por ellos, como dijo una legisladora, que llegó Milei. Ellos hicieron que hoy tengamos a este presidente que fue, a diferencia de ellos, un candidato auténtico que dijo lo que pensaba, lo que había que hacer y lo que iba a hacer. En un año logró lo que ellos desacomodaron durante 30 años.
Son los mismos de siempre, los que presagiaban que el presidente, elegido por el 55% del electorado, duraría tres meses. Los mismos que le pusieron cuanta traba honesta y deshonesta a su alcance. Los mismos que ahora no tienen vergüenza de subestimar a los electores y decir que el presidente es antidemocrático y loco.
El poder es dinámico y se construye a partir del ejercicio. Milei lo está demostrando con creces, manteniendo el mismo o más acompañamiento que aquel histórico 19 de noviembre de 2023, que le dio legitimidad constitucional y electoral.
Javier Milei no es un producto de los que siempre miraron desde arriba, es un producto legítimo y auténtico de la sociedad.
Se avecina un 2025 muy especial para el país y nuestra provincia. Cada cierre de año siempre es una oportunidad para reflexionar. A quienes integramos Primero Río Negro nos encontrará trabajando con entereza y fortaleza para sumarle acompañamiento al presidente y para iniciar el camino del gran cambio que también necesita nuestra provincia. Feliz año para todos.
* Ex intendente de Campo Grande
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