La marcha comenzó después las 18 en el Monumento a San Martín y recorrió el centro de la ciudad con una masiva participación de mujeres, jóvenes, trabajadoras y militantes. Carteles, pancartas e intervenciones artísticas reflejaron el rechazo a las políticas de ajuste y los discursos oficiales. En la bandera de arrastre, sobre el camión donde se leyó el documento central, se repitió la consigna: «Basta Milei».
Julieta Katcoff, referente de Pan y Rosas, señaló que «este 8 de marzo para la mayoría de las que hoy estamos acá, no es una marcha más. Hicimos escuchar nuestro grito de rechazo a los gobiernos que nos ajustan, nos estafan y atacan nuestros derechos».
Además, sostuvo que «vivimos un ajuste sin precedentes que afecta en primer lugar a las mujeres y diversidades. Somos quienes sufrimos las peores condiciones de trabajo, la precarización y la desigualdad salarial. Pero también somos quienes estamos al frente de las luchas en las calles, en las escuelas y universidades, en los hospitales y centros de salud, en las fábricas y barrios».
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Katcoff también criticó la gestión provincial y denunció que «vivimos en una provincia donde las petroleras acumulan ganancias exorbitantes mientras crecen la pobreza y la indigencia, mientras las mujeres y diversidades se encuentran con dispositivos de atención carentes de recursos, con hospitales que demandan insumos y personal y escuelas que se caen a pedazos».
En la movilización también hubo menciones a Luciana Muñoz, desaparecida hace ocho meses, y un fuerte repudio al machismo y a las declaraciones del presidente. Desde La Revuelta Colectiva Feminista afirmaron que «nos juntan luchas transversales. Nuestro paro es feminista, transfeminista, antipatriarcal, antirracista, antifascista».
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En distintas ciudades de la provincia también se realizaron manifestaciones en el marco del 8M, reafirmando la presencia del movimiento feminista en la región y el país.
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