Operarios del Ente Provincial de Agua y Saneamiento de Cutral Có expusieron este miércoles en la Comisión de Hacienda y Presupuesto, Cuentas y Obras Públicas de la Legislatura de Neuquén. Contaron sobre las permanentes fallas en el sistema de provisión de agua potable y los consecuentes cortes del suministro que afectan desde principio de año a las localidades de Cutral Có y Plaza Huincul. Pronosticaron que, de persistir los inconvenientes en el equipamiento, corre riesgo el aprovisionamiento del servicio en el verano.
Al hacer mención a los desperfectos en la maquinaria del acueducto “Buena Esperanza” –dependiente del EPAS-, Martín Cuevas –trabajador del ente- enumeró una serie de falencias en todo el sistema de captación del agua, entre ellos principalmente, la rotura de dos de las tres bombas con la que funciona el acueducto.
A su turno, Carlos Muñoz –operario del EPAS- aseguró que “la planta funciona al 30%” con una producción que descendió de 1400 mtrs 3 a 700 en sólo seis meses. En ese marco, adelantó que, de persistir la situación, no podrá proveerse de agua potable en el próximo verano. Reiteró que, el mayor problema radica en que, de las tres bombas que elevan el agua a la planta para ser distribuida a la ciudad, solo funciona una “y en condiciones muy precarias”.
“Necesitamos financiamiento para que la planta pueda funcionar con calidad y cantidad” dijo al advertir que el sistema se encuentra “al borde del colapso” por el deterioro que presenta. Informó que la reparación del motor de la bomba –de 12 metros de altura y 10 mil kilos- se presupuestó en 120 millones de pesos mientras que una nueva cuesta unos 200 millones. En ese sentido, sostuvo que una bomba de tales características tiene una vida útil de siete años y la actual funciona hace cinco años.
Durante su alocución, los trabajadores detallaron múltiples inconvenientes en la infraestructura del sistema, entre los que mencionaron falta de insumos y repuestos, grietas, filtraciones y pérdidas en la planta, antigüedad del parque automotor, maquinaria fuera de servicio y falta de mantenimiento de distintos dispositivos, así como también los riesgos para el personal al momento de la reparación y control de equipos.
Los operarios hicieron especial hincapié en que la solución a los problemas planteados es de inversión. En ese marco, refirieron que el monto para poner en óptimas condiciones, en principio, el sistema de bombeo es de 990 millones de pesos.
Además, dijeron que elevaron numerosos expedientes solicitando la urgente reparación de la maquinaria y reposición de insumos, sobre los que no han obtenido respuesta.
A la reunión se sumaron jefes gerenciales de servicios del interior del Ente, pero el cuerpo acordó convocarlos para un próximo encuentro por lo que se retiraron y los diputados y las diputadas escucharon a los operarios y hará lo propio con ejecutivos del EPAS más adelante.