Por Hugo García Crespo*
El presidente electo Javier Milei comunicó que llamará a sesiones extraordinarias el próximo 11 de diciembre para que sea tratado un paquete de leyes de reforma del Estado, denominadas de “shock”.
De cara a la nueva configuración de los poderes del Estado podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que nos encontramos ante una legitimidad dual. Por un lado, el presidente electo elegido por mayoría; y, por otro las y los integrantes del Congreso con mayoría por el espacio de Unión por la Patria. Ahora bien, nos hallamos con un escenario complejo para la adopción de medidas que implican transformaciones estructurales de cara a los dos años venideros y con modelos políticos antagónicos. Citando a Linz podemos preguntarnos ¿Quién está más legitimado para hablar en nombre del pueblo: el presidente o la mayoría del Congreso que se opone a su política?
Tanto la reconfiguración del mapa político actual como el tiempo que lleva la transición e implementación de nuevas políticas públicas ponen a la ciudadanía en un alto grado de expectativas por un lado y de incertidumbre por el otro. Puesto que en las elecciones se disputaron dos concepciones diferentes de la figura del Estado en la vida de las y los argentinos. El triunfador, de corte ultraderechista, lleva en su bagaje un concepto de país mínimo donde prima el mercado y la ley sea solo al servicio de ésta. En otro andarivel lo nacional y popular, la cercanía del Estado y su garantía para con la sociedad.
En esta escena, el Congreso juega un rol crucial en la gobernabilidad del país. Sin caer en futurología la recomposición de poder está a la espera del grado de lealtad que las y los legisladores tendrán tanto para sus espacios políticos como para su electorado. Y, se podrá observar la capacidad de negociación del ejecutivo para lograr la finalidad buscada: achicar el Estado.
En esta situación sopesará el papel de las y los líderes tanto del ejecutivo como del legislativo para atenuar o profundizar las diferencias radicales existentes, en ello se deberá debatir que primara en la negociación política en pos de la ARGENTINA: ¿lobby o conflicto social?
Nos encontramos a la espera del desarrollo del programa de gobierno anunciado por el presidente electo. Donde necesariamente necesita del congreso para llevar adelante la implementación de la reforma del Estado. Un contexto perturbado, en el cual la sociedad se encuentra inmersa para legitimar o combatir las nuevas políticas. Capítulo aparte serán las organizaciones sociales y los partidos políticos los que tendrán en sus manos los destinos de la nación.
*Licenciado en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires