Oscar Urrutia, docente rural y veterinario, declaró en la segunda audiencia del juicio por la explosión de la escuela albergue de Aguada San Roque. El maestro dijo ante los jueces que la escuela todavía estaba en obra y que había más de tres personas que todavía realizaban trabajos. Detalló durante su testimonio la inexistencia de señalética o de cualquier tipo de advertencia en un edificio que, en apariencia, no presentaba ningún riesgo para docentes ni estudiantes.
La explosión ocurrió el 29 de junio alrededor de las 13:50, en el paraje Aguada San Roque. Tanto el gasista Francés, como su sobrino y ayudante, Spinedi y la docente, acudieron al sector donde dormían las niñas (sin alumnas hasta ese momento) cuando se produjo una deflagración y un incendio. Los dos operarios murieron al instante y Mónica, logró salir por una ventana y falleció trece días después.
Marcelo Guagliardo, Secretario General de ATEN, destacó que la declaración de Urrutia fue vital para confirmar que todos los y las docentes “se sentían convocados a trabajar” y que consideraban a la escuela como un lugar seguro. También valoró que haya dado su versión de los hechos a pesar de haber tenido que pasar por “ese momento tan doloroso e irreparable”, que terminó con las vidas de una compañera, que vivía su primer día de trabajo, y de otros dos operarios.
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Las audiencias continuarán este miércoles con otros diez testigos de los más de cien previstos, en una causa que tiene seis imputados, entre funcionarios e integrantes de la empresa a cargo de la obra.
Los funcionarios que enfrentan cargos son el subsecretario de Obras Públicas, ingeniero Roberto Deza; el director provincial de Obras Públicas, Raúl Capdevilla; el director de Obras Públicas, Carlos Córdoba; y el inspector a cargo de la obra, ingeniero Sergio Percat. Por la empresa Arte Construcciones, lo hacen su socio gerente, Héctor Villanueva, y el director de obra, el arquitecto Diego Bulgueroni.