En la segunda jornada de la Asamblea Universitaria, se rechazó la creación del Consejo Social, figura incorporada por la Ley de Educación Superior y que avala la injerencia de las empresas para el financiamiento externo.
El proyecto proponía crear un “Consejo Social en el que estén representados los distintos sectores e intereses de la comunidad local, con la misión de cooperar con la institución universitaria en su articulación con el medio en que está inserta. El mismo será reglamentado por el Consejo Superior».
En la fundamentación establece pasantías, articulación con el entorno socio-productivo y en uno de sus puntos explícita «constituir un ámbito de discusión entre los distintos actores de la comunidad, respecto al desarrollo educativo, social y económico del ámbito local y regional».
Los asambleístas de la agrupación estudiantil En Clave Roja-Frente de Izquierda denunciaron junto a otros consejeros y consejeras que “esta figura está contemplada en la Ley de Educación Superior, resistida con lucha en la Universidad Nacional del Comahue”.
En este sentido, Agustín Donnadieu aseguró que «Milei da discursos atacando las universidades públicas y afirmando que éstas tienen que tener más capitalismo. Abrirle las puertas a las empresas, como en parte prevé la creación de este Consejo Social, es profundizar una concepción de la educación como una mercancía y no cómo un derecho».
Además, explicó que “en la Universidad de Córdoba, en el Consejo Social participaron referentes la Unión Industrial de Córdoba, de la Asociación de Jóvenes Empresarios, el Cluster de la Construcción Córdoba, la Sociedad Rural y hasta un sacerdote que fue uno de los dueños del Diario La Voz, involucrado en el escándalo de los Panamá Papers”.
Donnadieu hizo alusión a la crisis presupuestaria que arrastra la Universidad Pública profundizada por Milei y finalizó: «Queremos retomar las banderas de la juventud del Comahue que rechazó la LES».
Por su parte, Ulices Candia, también asambleísta de la agrupación del Frente de Izquierda, respondió a quienes querían darle un perfil “social” a su creación, diciendo que «estamos en Vaca Muerta, ¿creen que van a venir los panaderos a coordinar con la Universidad? No seamos ingenuos. Y en todo caso ¿por qué no especificaron que es un Consejo para articular con las organizaciones sociales. Los mecanismos institucionales para articular con la comunidad ya existen, sobre eso se monta el Convenio Marco con Zanon sin patrones. O mis compañeros del Centro de Estudiantes de Humanidades que en la pandemia realizaron colectas y solidaridad con las familias de las tomas».
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