Darío Martínez: “Ignorancia, más impericia, más fundamentalismo, es igual a cataclismo”

El ex Secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, lanzó duras críticas hacia la actual gestión del gobierno de Javier Milei. Atribuyó la crisis de desabastecimiento de gas a una combinación de “ignorancia, impericia y fundamentalismo económico”. Según Martínez, mientras sobra gas en el país, lo que falta es «conocimiento, conciencia de la magnitud del problema y gestión».

“La actual crisis de desabastecimiento de gas está generada por una suma de ignorancia acerca del sector, impericia para resolver, y fundamentalismo económico que tiene el Gobierno de Javier Milei”, afirmó Martínez.

Añadió que “la falta de conocimiento y gestión está llevando a severos cortes de abastecimiento no solo en estaciones de GNC e industrias desde Córdoba hacia el norte del país, sino también en las centrales térmicas que generan energía eléctrica”.

Martínez explicó que esta falta de previsión y comprensión integral del sector energético está causando multimillonarios sobrecostos en dólares que afectarán a toda la economía y aumentarán el déficit público. “Ya están comprando de apuro y al doble de precio, Gas Oil y Fuel Oil para las generadoras térmicas en reemplazo del GNL más barato que no licitaron a tiempo. A esto seguirán compras de urgencia de energía eléctrica, seguramente a Brasil, a precios muy altos”, detalló el ex secretario.

En términos económicos, Martínez destacó que el gas argentino tiene un costo promedio de $3,5 por millón de BTU, mientras que el GNL importado cuesta $12 y los líquidos alrededor de $23 para la misma unidad calórica. Por esta razón, durante su gestión se implementó el programa Transport.Ar para la construcción de gasoductos, con el objetivo de sustituir completamente las importaciones de GNL y líquidos por gas argentino.

“El Gasoducto Néstor Kirchner, cuya primera etapa se concretó, era una pieza clave del programa que debía continuarse con la instalación de toda la compresión, la reversión del Gasoducto Norte y la segunda etapa del GNK hasta llegar a San Jerónimo”, explicó Martínez. Sin embargo, criticó al actual gobierno por suspender la financiación de estas obras esenciales, aplicando un fundamentalismo económico que busca obtener superávit fiscal a expensas de la infraestructura crítica.

Martínez advirtió que la suspensión de estas obras tendrá efectos severos sobre los costos y el abastecimiento de gas y electricidad para los usuarios y la economía en general del país. “En materia energética se pueden hacer muchas cosas. Podemos debatir sobre un extenso abanico de formatos posibles del sistema energético, sobre el nivel de participación del estado, sobre la magnitud de los subsidios, sobre el financiamiento de las obras troncales o sobre las decisiones del mercado. Lo que no se puede hacer de ninguna manera es barrer los problemas bajo la alfombra y hacer como si no existieran”, concluyó Martínez, y subrayó que la falta de acción y previsión solo agrava los problemas y genera graves costos económicos y financieros para el Estado.