El año 2024 concluyó con un notable incremento en las actividades de fractura hidráulica en Vaca Muerta, alcanzando un crecimiento del 20% en comparación con el año anterior. Según los datos registrados, se llevaron a cabo un total de 17,796 operaciones de fractura, consolidando a esta formación como un eje central en la producción energética del país. Este aumento refleja no sólo el auge de los negocios en el sector, sino también el impacto y las implicancias ambientales que este tipo de actividad conlleva, abriendo un debate necesario sobre el equilibrio entre desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.
La consultora NCS Multistage proyectó que, a pesar de los desafíos estructurales y regulatorios, el sector energético podría experimentar un avance significativo en 2025 gracias a mejoras en la eficiencia operativa y nuevas inversiones. Según Luciano Fucello, gerente de país de NCS Multistage, diciembre alcanzó un récord histórico con 1,227 etapas de fractura, sumando un total anual de 17,796, lo que representa un incremento del 20% respecto a 2023. Este crecimiento posiciona a Vaca Muerta como el principal motor energético de Argentina y un actor relevante en el mercado internacional de hidrocarburos.
En cuanto a las inversiones por empresa, YPF lideró el sector con 8,732 etapas acumuladas durante el año. Sin embargo, el crecimiento de compañías como Tecpetrol, con 1,453 etapas, y VISTA, con 2,396, refleja la diversificación y el dinamismo del sector. Otras empresas como PAE, Shell y Pluspetrol también contribuyeron significativamente a esta expansión. No obstante, este desarrollo tiene un costo ambiental considerable. La técnica de fractura hidráulica utilizada requiere enormes cantidades de agua dulce, la cual está siendo inyectada sin un control adecuado ni tratamiento en pozos sumideros, generando preocupación por las consecuencias ambientales.
El manejo de los residuos peligrosos derivados de la actividad industrial en la provincia de Neuquén está generando una creciente preocupación. Según un informe reciente, la Secretaría de Ambiente provincial no estaría atendiendo con la urgencia necesaria la implementación de políticas que permitan incrementar la capacidad de tratamiento de estos residuos. Esto podría lograrse facilitando la llegada de nuevas empresas especializadas o ampliando la capacidad operativa de las ya existentes. La relación entre el aumento de residuos generados y la capacidad de tratamiento disponible se encuentra desfasada desde hace tiempo, y la tendencia indica que esta brecha continúa ampliándose, lo que agrava la situación.
Fuente: Página 12
