La secretaria general electa de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén, Fany Mansilla, aseguró que tal como siempre se ha hecho “con todos los gobiernos” el sindicato va a “plantear las demandas” que tiene el sector. Respecto a cómo tienen que plantear la relación con el gobierno de Rolando Figueroa, dijo que “ni bien, ni mal”.
A una semana de haber ganado las elecciones en el gremio, Mansilla afirmó que “la mayoría de las compañeras y compañeros se volcaron por un modelo sindical que amplía la participación”, y que “es democrático en la forma de ejercer la conducción del sindicato”.
Con relación a las acusaciones de la oposición en ATEN que aseguraban que el gobierno estaba contento con el resultado de las elecciones, Mansilla dijo que “es una estrategia que sostienen las mismas personas desde hace 30 años”. Consideró que “no favorece en absoluto ni al sindicato, ni a la organización, ni a la política en general”.
Si bien mantiene diálogo con la ministra de Educación Soledad Martínez y el gobierno en el ámbito del Consejo Provincial de Educación, donde es vocal por el gremio, Mansilla contó que el año pasado la relación fue difícil, hasta que “el gobierno fue entendiendo que con ATEN se tiene que sentar a buscar acuerdos”.
Mansilla habló de las situaciones de violencia que se han dado en las escuelas en contra de los y las docentes. Dijo que espera que salga la ley que presentaron como gremio. Afirmó que esos hechos se abordan en la escuela, por “la maestra, la supervisora, el equipo directivo, incluso el Consejo Provincial de Educación. Pero no alcanza”.
Del uso de la Inteligencia Artificial en las escuelas, señalo: “Es un tema que vamos a tener que profundizar y encontrar la forma de generar acuerdos dentro del aula”. Agregó que es similar a lo que pasó con el uso del celular.
– ¿Qué significa dirigir el gremio que, entre otros, fundó su madre, Sara Mansilla?
– Sí, sí. Bueno, es una situación muy particular, con una carga emotiva especial, porque mi mamá fue una de las fundadoras. Entonces, de alguna manera, siempre estuvimos relacionados con ATEN. Es una gran alegría y un orgullo.
– ¿Por qué cree que los docentes eligieron al TEP (Trabajadores Por Una Educación Popular) para que siga al frente de la conducción provincial?
– Creo que no sólo durante la campaña, sino también en los últimos años, se evidenció una polarización en cuanto a los modelos sindicales. Y quedó demostrado que la mayoría de las compañeras y compañeros se volcaron por un modelo sindical que amplía la participación, que es democrático en la forma de ejercer la conducción del sindicato, que genera espacios de debate y que impulsa iniciativas, desde la formación docente hasta todo lo relacionado con los diseños curriculares y las cuestiones pedagógicas. Digo esto además de las iniciativas políticas y del rol que se tuvo en los distintos conflictos o espacios de negociación que se llevaron adelante. Entonces, creo que tiene que ver con eso: con que el TEP ha demostrado ser un espacio de conducción capaz de sostener el gremio en distintos contextos.
– ¿A qué atribuye que en la seccional de Neuquén Capital haya ganado la oposición?
– La Multicolor ganó nuevamente la seccional. Nosotros sólo una vez pudimos ganarla. Sí hemos crecido, por eso hacemos una evaluación positiva en ese sentido, porque como agrupación, el TEP creció un 60% en la cantidad de votos. Eso nos parece importante.
La Multicolor también creció, aunque menos, pero logró sostener sus votos, y por eso pudo imponerse. En cuanto al interior, como sabrás, el porcentaje es diferente y nosotros ganamos en la mayoría de las seccionales, con altos niveles de participación y de votos.
¿Preocupa que se den situaciones de violencia en las asambleas?
-Por lo menos acá en Neuquén capital, sí. En el último tiempo se profundizó una estrategia de la conducción de la Multicolor que tiene que ver con el descrédito, con agitar la desconfianza y con la intolerancia. Esto se expresó tanto en las asambleas como en espacios públicos, e incluso a través de los medios de prensa, o de su prensa. Concretamente, no se permite hablar, se amenaza, se violenta. Eso nosotros no lo queremos, no lo vamos a naturalizar. Lo compartimos con muchas compañeras y compañeros, porque creemos que esas prácticas debilitan la organización en lugar de fortalecerla. Al contrario, hacen que se profundice el descreimiento en la herramienta sindical como una salida colectiva ante los problemas. Por ejemplo, en Capital, fue la seccional con menor participación en las elecciones en cuanto al porcentaje.
– ¿Cómo se plantea la relación del gremio con el gobierno de Rolando Figueroa?
– Con respecto a la relación con el gobierno de Figueroa, ni bien ni mal. Nosotros, como siempre, y como con todos los gobiernos, vamos a plantear las demandas que tenemos como trabajadores de la educación. Esperamos que se generen los espacios que correspondan para debatir y encontrar instancias de diálogo. Y si eso no ocurre, ATEN tiene —y tendrá— sus mecanismos para tomar las definiciones que sean necesarias. Insistimos en que aspiramos a que se genere una buena relación política, y que haya respuestas a nuestras demandas: condiciones laborales, salario, cuestiones pedagógicas y otras más.
– ¿Con la ministra Soledad Martínez hay diálogo?
– Sí. Nosotros, como ATEN, estamos representados en el Consejo y nos sentamos todas las semanas con el Ejecutivo porque formamos parte del cuerpo colegiado, así que ese espacio existe. Además, hemos tenido reuniones con la ministra cuando surgieron situaciones de injusticia vinculadas al Sistema Integrado de Salud Ocupacional (SISO) —el sistema que audita las licencias— y también cuando hubo problemas de infraestructura. Las relaciones dependen del momento: hay etapas en las que se logran mejores acuerdos y soluciones, y otras en las que no. El año pasado, por ejemplo, fue muy difícil y tensa la relación con la ministra y con los ministros, también en el cuerpo colegiado. Creemos que, con el correr del tiempo, el gobierno fue entendiendo que con ATEN se tiene que sentar a buscar acuerdos.
– ¿Y cómo toman que desde la otra lista digan que el gobierno estaba contento con el triunfo del TEP?
– No, no nos asombra, porque siempre dijeron lo mismo. La Multicolor, la conducción de Capital, se caracteriza por esa estrategia. A nosotros siempre nos acusan de estar con todos los gobiernos. Cuando estamos en la mesa de negociación, dicen que entramos a traicionar. Antes de negociar, ya dicen que está todo acordado. Y cuando hay elecciones, que va a haber fraude. Estamos acostumbrados a que digan eso, y nos parece una estrategia equivocada, que debilita la organización. Creemos que los debates deben darse desde ideas constructivas, desde las miradas que cada espacio político tiene sobre cómo debe ser una conducción. Pero sostener permanentemente acusaciones sobre quién está al frente de un sindicato como ATEN, lo único que genera es descreimiento y desconfianza. ATEN tiene una gran historia democrática. Esta última elección lo demuestra: votó el 67% de los afiliados. De 19.000 afiliados, participaron 13.000. Eso sucede en muy pocos sindicatos del país. Es un voto directo, donde cada uno elige quién quiere que conduzca. Y los compañeros fueron, votaron, participaron. Eso es lo importante. Lo otro es una estrategia que vienen sosteniendo las mismas personas desde hace 30 años. Y, repito, no favorece en absoluto ni al sindicato, ni a la organización, ni a la política en general.
– Presentaron un proyecto de ley en la Legislatura por la violencia hacia los docentes en las escuelas. ¿Cómo van a seguir abordando ese tema?
– Sí, presentamos un proyecto de ley y estuvimos en la Legislatura. Hubo expresiones de apoyo de la mayoría de los bloques, así que esperamos tener buenas noticias pronto. Creemos que tiene que haber un mensaje legislativo claro, y también un protagonismo de la Justicia y de todos los estamentos del Estado, que se expresen y actúen para cuidar la escuela como territorio de paz. Las situaciones de violencia las aborda la escuela: la maestra, la supervisora, el equipo directivo, incluso el Consejo Provincial de Educación. Pero no alcanzó, no alcanza. Por eso consideramos fundamental que el Estado se haga cargo e intervenga. Esta ley busca justamente eso: acompañar y, sobre todo, prevenir para que estas situaciones no se repitan.
¿Cuál es tu opinión respecto del uso de la inteligencia artificial en la escuela?
Sí, creo que es un tema que vamos a tener que profundizar y encontrar la forma de generar acuerdos dentro del aula, con los estudiantes, para establecer cómo utilizarla. Es parecido a lo que pasaba antes con el celular. ¿Qué hacemos con el celular? ¿Lo usamos como una herramienta pedagógica, hacemos como que no existe o lo prohibimos? En algún momento hay que tomar definiciones. Hay situaciones en las que el celular no se puede usar, pero también hay momentos en los que nos sirve como herramienta pedagógica. Con la inteligencia artificial creo que nos está pasando lo mismo. Ya estamos frente a esta realidad, en la que los jóvenes —incluso los niños de la escuela primaria— están muy familiarizados con estas herramientas. Entonces, tenemos que encontrar los caminos para llegar a acuerdos o normativas que definan cómo se va a utilizar, y cómo logramos que esa herramienta juegue a favor de la trayectoria escolar.
– Mencionabas la participación del gremio, los docentes y las docentes en los diseños curriculares. ¿Cómo se avanza en la implementación?
– Sí, tiene que concretarse en los niveles y modalidades donde todavía no se avanzó, por ejemplo, en la modalidad adultos y en los lineamientos para la escuela primaria. El nivel superior ya comenzó la revisión del diseño curricular. El nivel secundario está en el tercer año de implementación y el nivel inicial ya completó el proceso. Creemos que se deben concluir estos procesos de debate sobre qué escuela queremos, qué se está dando, qué falta y cómo vamos a continuar por ese mismo camino. Hasta ahora, se avanzó con el nivel superior, se están buscando acuerdos para concretarlo en adultos, y tenemos que comenzar con el diseño curricular para el nivel primario, ya que este nivel no tiene un diseño curricular formal, sino lineamientos.
– Ese es un desafío para el futuro, entonces…
– Exactamente. Y concursos para los cargos directivos, concursos de ascenso de jerarquía. Que también se tienen que concretar, entre otras cosas, porque hay muchísimo en educación, en cuanto a política educativa, que creemos que se tiene que avanzar.
Publicada por el autor, originalmente en Va Con Firma
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