La Fundación Irene abrió este sábado su sede en la ciudad de Neuquén, con un acto que reunió a militantes, organizaciones sociales y referentes de la lucha contra la trata de personas. El nuevo espacio funcionará en Pilas y Las Palomas, en una casa que durante décadas perteneció al “Hogar de Brasa”, conocido por su labor solidaria con mujeres en situación de vulnerabilidad.
Durante la inauguración, Patricia Maistegui, presidenta de la fundación, recordó la historia de la casa. “Esta casa alojaba a muchas personas, sobre todo a chicas jóvenes embarazadas que después nadie recibía. Brasa las alojaba acá. El servicio que prestó esta casa, sin ningún apoyo, durante 37 años, fue maravilloso. Eso para nosotras es fundamental”, expresó.
Maistegui destacó la participación de la comunidad en la apertura del espacio. “En estos tiempos que nos quieren quitar, que quieren que no nos juntemos, hoy estamos todos acá festejando esto”, afirmó.
Desde la organización remarcaron que el lugar será un “espacio cuidante”, donde se desarrollarán talleres, encuentros y actividades de acompañamiento. Actualmente, ya se están brindando clases de alfabetización para adolescentes y atención a mujeres víctimas de violencia.
“Trabajamos con perspectiva de derechos humanos, con perspectiva de género, y somos abolicionistas. La prostitución no es trabajo, la prostitución es violencia”, sostuvo Maistegui en la inauguración.
El nuevo espacio de la Fundación Irene se proyecta como un centro de contención y construcción colectiva, abierto a la comunidad. “Vamos a estar siempre abiertas a encontrarnos, a organizarnos, a construir alternativas que no vulneren los derechos de nadie”, aseguraron desde la organización.
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